lunes, 5 de enero de 2009

¡¡YA VIENEN LOS REYES!!

¡Que locura!.
Crisis, crisis y más crisis....o no. Ayer tuve que cumplir con mi obligación anual de ayudante de los Reyes Magos, es decir, fuí a hacer las compras de rigor y...me quedé (como cada año, por cierto), alucinada. Gente, gente y más gente. Carreras para llegar el primero a una caja que acaba de abrir, peleas por un trozo de papel de regalo, llamadas a móviles:¡Oye! que he visto eso para Pepe, pero, está la caja un poco rota ¿que hacemos?.
Barullo en el Corte Inglés. Parking a tope (hasta ahora no sabía siquiera que el Centro Comercial al que fuí tenía cinco plantas de parking).
¿Vale la pena?. Supongo que por nuestros niños todo vale, pero, si lo miras con frialdad piensas que, pasado mañana, es decir, el día 7, todo lo que has comprado costará menos de la mitad y da rabia.
Por otra parte, está el tema de la tan traida y llevada crisis. No me lo explico. Sigo diciendo lo mismo: por nuestros niños, todo. Pero, yo, que gracias a Dios sigo teniendo trabajo (de momento) y que no me falta de nada, no puedo entender como hay gente que puede seguir viviendo habiendose gastado 300 o 400 euros en una consola, por ejemplo, y, cobrando el paro. Confirmo que eso es así y, pienso: a lo mejor es que no van a comer en todo el mes...Para mi familia, estas fechas, a pesar de la paga extra, son durillas. Gastas más de lo que ganas, incluso gastas los posibles ahorros que tenías de todo el año. Por eso, este año sobretodo, no entiendo esta fiebre que nos ataca a todos. Digo yo que, si los que trabajamos tenemos una paga extra y, quizás un poco de dinero ahorrado, deberíamos intentar guardar algo porque, dadas las circunstancias y, trabajando en empresas privadas y pequeñas, es posible que cualquier día aumentemos las listas del Inem, pero no, allá nos vamos todos, a gastar sin medida, sin pensar en mañana.
Inconscientes ¿no?. Pues posiblemente no. Ver la cara de tus hijos cuando mañana abran los regalos que con tanto cariño, tantas carreras y tantos cabreos por un trocito de papel de regalo, has comprado para ellos y que, encima ellos piensan que tú tampoco sabes lo que llevan los paquetes porque ¡Se lo han traido los Reyes!, compensa. Al menos a mí me compensa y, me da pena que, probablemente el próximo año mi hija pequeña ya abrirá los regalos sabiendo que los hemos comprado nosotros: Los pajes de los Reyes Magos.